Las reservas de biosfera son áreas protegidas designadas por la UNESCO que tienen un valor excepcional debido a su biodiversidad y a las interacciones sostenibles entre las comunidades humanas y su entorno natural. Estas zonas no solo son refugios vitales para una increíble variedad de especies, sino que también representan un modelo de desarrollo sostenible que equilibra la conservación con las necesidades humanas.
En un contexto global de cambio climático y pérdida acelerada de la biodiversidad, las reservas de biosfera desempeñan un papel clave en la protección de los ecosistemas y la promoción de prácticas sostenibles.
¿Qué son las reservas de biosfera?
Las reservas de biosfera son territorios donde la conservación de la biodiversidad coexiste con el desarrollo socioeconómico. Se encuentran en diversos ecosistemas, como selvas tropicales, zonas costeras, montañas y desiertos.
Tienen tres funciones principales:
- Conservar la diversidad biológica y cultural.
- Lograr el desarrollo económico sostenible a nivel sociocultural y medioambiental.
- Apoyar el desarrollo a través de la investigación, el seguimiento, la educación y la formación.
Están divididas en tres zonas: núcleo, amortiguamiento y transición.
- La zona núcleo es estrictamente protegida y se destina a la conservación de ecosistemas sin intervención humana.
- La zona de amortiguamiento permite actividades que apoyen la conservación, como investigación y educación.
- Y, la zona de transición donde las comunidades locales practican actividades sostenibles, como la agricultura y el turismo, en armonía con la naturaleza.
Esta combinación de conservación y uso responsable de los recursos hace que las reservas de biosfera sean un ejemplo de cómo las personas pueden vivir de manera sostenible, aprovechando los servicios que brindan los ecosistemas sin agotarlos.
Por otra parte, contribuyen a que los países alcancen los objetivos aprobados en diciembre de 2022 en el contexto del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que aboga por la creación de zonas protegidas que cubran el 30 % de la superficie terrestre y marina del planeta y por la restauración del 30 % de los ecosistemas degradados del mundo de aquí a 2030.
Refugios de biodiversidad
Las reservas de biosfera albergan una gran diversidad de vida. Muchas de ellas son el hogar de especies endémicas, es decir, que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo.
Estas áreas protegidas no solo son refugios de biodiversidad local, sino que también proporcionan servicios ecosistémicos esenciales para el bienestar humano. Por ejemplo, los bosques dentro de las reservas capturan carbono, ayudando a mitigar el cambio climático, mientras que los humedales purifican el agua y regulan las inundaciones. La preservación de estos ecosistemas es esencial no solo para las especies que los habitan, sino también para las comunidades que dependen de sus recursos.
Un modelo de sostenibilidad
Lo que hace únicas a las reservas de biosfera es su enfoque en la sostenibilidad porque fomentan una relación equilibrada en la que el desarrollo económico se logra de manera que no comprometa la salud de los ecosistemas. En estas áreas, las comunidades locales participan en proyectos de turismo sostenible, agricultura ecológica y conservación activa. Además, las reservas de biosfera sirven como laboratorios naturales donde los científicos estudian los efectos del cambio climático, la restauración de ecosistemas y la interacción entre humanos y naturaleza.
Por otra parte, las reservas de biosfera son un ejemplo de cómo se puede vivir en equilibrio con el medio ambiente, preservando los recursos naturales para las generaciones futuras. Las prácticas sostenibles que se implementan en ellas no solo benefician a las comunidades locales, sino que también generan modelos que pueden replicarse en otras regiones del mundo.
La UNESCO designa 11 nuevas reservas de biosfera
En 2024, la UNESCO aprobó la designación de 11 nuevas reservas de biosfera en 11 países, entre los que se encuentran por primera vez Bélgica y Gambia, y dos reservas de biosfera transfronterizas. Las otras nuevas reservas de biosfera se encuentran en Colombia, Eslovenia, España, Filipinas, Italia, Mongolia, el Reino de los Países Bajos, la República de Corea y la República Dominicana. Con estas nuevas designaciones, que abarcan una superficie total de 37.400 km², la Red Mundial de Reservas de Biosfera cuenta ahora con 759 reservas en 136 países.
Actualmente, Colombia cuenta con 7 reservas de biosfera reconocidas por la UNESCO: Cinturón Andino (1979), El Tuparro (1979), Sierra Nevada de Santa Marta (1979), Ciénaga Grande de Santa Marta (2000), Seaflower (2000), Tribugá-Cupica-Baudó (2023) y Darién Norte Chocoano (2024).
Compromiso con la biodiversidad
Las reservas de biosfera son más que áreas protegidas, son clave para conservar la biodiversidad y promover un desarrollo sostenible. Todos podemos ayudar apoyando la conservación, practicando turismo responsable y adoptando hábitos sostenibles.
¡Proteger la biodiversidad es un reto global que necesita de todos!
Fuente
UNESCO: https://www.unesco.org/es/mab?hub=66369