El “agua fósil” es el agua subterránea que se depositó en los mantos acuíferos hace miles de años, quedando encapsulada y convirtiéndose en agua “fosilizada”.
Análisis de radiocarbono han revelado que algunos acuíferos han permanecido así desde hace 40.000 años, antes de la última glaciación.
Debido a las condiciones irrepetibles en las que se formó el agua fósil es un recurso no renovable.
Es rica en sólidos disueltos y tiene un pH bajo
El acuífero de agua fósil más grande del mundo es el Sistema de Acuífero de Píedra Arenisca de Nubia.
Cubre unos 2.000.000 de km² en la parte oriental del Desierto del Sáhara, entre Libia, Egipto, Chad y Sudán y se estima que contiene unos 150.000 km³ de agua.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Calgary publicado recientemente en Nature Geoscience, las reservas subterráneas de agua fósil presentan rastros de agua de lluvia actual, lo que las hace vulnerables a la contaminación producida por las actividades humanas.
Fuentes: Wikipedia y El Espectador