También conocido como banquisa, el hielo marino es una capa de hielo flotante en las regiones oceánicas polares.
Se forma por el congelamiento del agua en la superficie, porque el agua del fondo está más cálida y es resistente al cambio de temperatura. Así, comienza a solidificarse cuando disminuye el punto de fusión/solidificación que acompaña a la salinidad, lo que se conoce como descenso crioscópico.
Después, se van formando pequeños cristales lenticulares de agua pura, que se reúnen y forman un suelo marino completamente helado, con una espesor de alrededor de 1 metro.
El hielo marino helado tiene influencia en las regiones donde se forma, y en el clima de todo el planeta. Tiene dos efectos principales:
- Protege el océano, ya que actúa como aislante que evita que el mar se congele. Así, se regula la distribución de calor en el planeta.
- El blanco hielo es muy reflectante, contribuyendo al albedo planetario, que es la proporción de radiación solar que es devuelta al espacio.
La banquisa antártica y la ártica son muy diferentes:
Antártica: durante el mes de diciembre austral, desaparece casi por completo. En invierno, vuelve a formarse, hasta cubrir prácticamente todo el continente. Es una superficie helada temporal.
ártica: el suelo helado está siempre congelado y sufre cambios a lo largo del año: en marzo alcanza los 15 millones de km2, y en septiembre los 6,5 millones de km2.
Especies animales como los osos polares, las focas, crustáceos y peces son habitantes propios de la banquisa.
Fuente: : www.meteorologiaenred.com