Las cifras record del calentamiento global y de catástrofes naturales incluidas en el último informe de la Organización Metereológica Mundial y presentadas como preámbulo a la pasada Cumbre de Acción Climática 2019 de la ONU, solo nos dejan una gran preopcupación: las causas y las consecuencias provocadas por el cambio climático no han parado de aumentar.
Entre el 2014 y 2019 se registró la mayor temperatura de la historia.
Las emisiones de CO2 alcanzaron sus niveles máximos: 37.000 toneladas en 2018.
El nivel del mar aumentó de forma acelerada por la altas temperaturas: entre 2014 y 2019 la subida pasó de 3,2mm a 5mm por año.
En el 2018 se registraron los valores de calor oceánico más altos de la historia.
La cantidad de hielo derretido de la Antártica se incrementó al menos seis veces desde 1979.
La temperatura global se incrementó 0,2% entre 2011 y 2015.
La cantidad de gas que ingresó a la atmósfera entre 2105 y 2019 aumentó en un 20% en comparación con los cinco años anteriores.
Fenómenos naturales como las tormentas tropicales cada vez son más intensas y destructoras.
El calentamiento inducido por las acciones humanas están afectando la intensidad de los fenómenos metereológicos extremos como la olas de calor y los incendios forestales.
El panorama es desolador y muy preocupante y las pocas y débiles acciones tomadas solo por algunos líderes mundiales para mitigar los efectos del cambio climático no son suficientes. Se requieren compromisos, acciones y soluciones contundentes de todos los países y personas del mundo para reducir drásticamente las emisiones de carbono.
La indiferencia de gobernantes como los de Estados Unidos, Japón, Australia, Brasil y Arabia Saudita son cuestionables y nada aportan, al contrario generan crítica e inconformidad, especialmente entre los más jóvenes.
Afortunadamente existen voces de líderes activistas, como la de la jóven sueca Greta Thunberg quién valientemente cuestiona la actitud de negligencia de todos los gobernantes, y ha creado todo un movimiento estudiantil que cada viernes sale a las calles de las pricipales ciudades del mundo a protestar y a pedir que tengamos conciencia para cuidar lo que nos queda de nuestro Planeta Azul.
Sigamos su ejemplo antes de que sea demasiado tarde.
Fuente: Organización Metereológica Mundial