Cada año, el 22 de abril se celebra el aniversario del nacimiento del movimiento medioambiental moderno.
Sin embargo, los millones de personas que trabajan, a menudo no son reconocidos ni protegidos por los derechos laborales básicos.
En 1970 el Día de la Tierra dió voz al movimiento de protesta, liderado por el Senador de Wisconsin Gaylord Nelson, que surgió para crear conciencia sobre los problemas ambientales como la contaminación del agua y el aire.
El Día de la Tierra logró el apoyo de los partidos políticos y de la sociedad. A finales de año, el primer Día de la Tierra había originado la creación de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
En 1990 el Día de la Tierra se hizo global, movilizando 200 millones de personas en 141 países, y fortaleciendo temas ambientales como el reciclaje.
Hoy, cuarenta y seis años más tarde el movimiento continua inspirando, retando ideas, generando pasión y motivando la gente a la acción.
La celebración de 2106, árboles para la Tierra, se centra en el reto de sembrar 7.8 billones de árboles para el 2020, cuando se cumplirán los 50 años del movimiento.
Plantar 7.8 billones de árboles, tiene tres objetivos:
Mitigar el cambio climático y la contaminación: los árboles absorben el exceso de CO2, los olores y gases contaminantes como óxidos de nitrógeno, amoníaco, dióxido de azufre y el ozono.
Proteger la biodiversidad: la plantación de árboles adecuada, ayuda a contrarrestar la pérdida de especies.
Apoyar a las comunidades y sus medios de vida: sembrar árboles ayuda a las comunidades a lograr la sostenibilidad económica y ambiental a largo plazo y proporcionar alimentos, energía e ingresos y beneficios sociales y psicológicos.