Las manifestaciones que se producen donde brota agua del suelo con temperaturas superiores a las del medio ambiente se conocen como hidrotermalismo.
Según su origen, se clasifican en:
- Aguas volcánicas o magmáticas: se producen cerca de los volcanes, son altamente mineralizadas y su temperatura está por encima de 50 °C. Contienen elementos como arsénico, boro, bromo, cobre, fósforo y nitrógeno.
- Aguas de origen tectónico, telúrico o meteórico: provienen de depósitos de agua subterránea que se ha infiltrado a través de fallas geológicas, son ricas en bicarbonatos y sales de sodio y calcio.
Hay hidrotermales que son manantiales de aguas termales y calientes, que expulsan minerales y gases:
- Manantial o fuente termal: el agua emana del suelo, en estado líquido y con un flujo constante.
- Fumarola: el flujo es constante pero involucra una mezcla de vapor y otros gases.
- Solfatara: emana una cantidad considerable de ácido sulfhídrico y precipita azufre en la periferia.
- Géiseres: son manantiales calientes que presentan actividad intermitente o periódica, debido a un proceso especial de sobrecalentamiento, desfogue y recarga que da lugar a la expulsión violenta de una columna de agua y vapor.
- Fumarolas o ventilas submarinas: se producen en las profundidades de los fondos oceánicos.
- Diapirismo de lodo: es un proceso de ascensión de lodos acuosos que se originan en rocas sedimentarias, que fluyen a través de rocas más densas y recientes. Sometidos a presión, los lodos ligeros penetran en las fracturas de las rocas superiores y las atraviesan, para luego aflorar lateralmente a la superficie y formar un “volcán” de lodo.
Los fenómenos geotérmicos se caracterizan por altas temperaturas, concentración de minerales, acidez del agua y presencia de gases tóxicos. Sin embargo, en estos ambientes se desarrollan organismos que son la base de la cadena alimentaria de varios ecosistemas.