La temperatura de la Tierra aumenta con la profundidad, fenómeno conocido como gradiente geotérmico. El incremento de este gradiente es del orden de 25 a 30 °C por kilómetro, aunque en ciertas zonas puede alcanzar valores superiores a los 150 °C por kilómetro.
El fenómeno geotérmico más conocido es el hidrotermalismo, que es el conjunto de manifestaciones que tienen lugar donde brota agua del suelo con temperaturas superiores a las del ambiente circundante.
De acuerdo con su origen, se puede clasificar como volcánico o magmático, cuando se produce en filones metálicos o eruptivos de magma ascendente; se llama tectónico, telúrico o meteórico, cuando proviene de depósitos de agua subterránea que se ha infiltrado a través de fallas geológicas, o grietas que se encuentran en capas más o menos profundas del subsuelo, las cuales generan altas temperaturas por la fricción.
Independientemente de su origen y temperatura, los diferentes tipos de manantiales de aguas termales y calientes, a veces asociados con expulsión de cierta cantidad de minerales y gases, son fenómenos hidrotermales.
Cuando el agua emana del suelo, principalmente en estado líquido y con un flujo constante, el fenómeno se denomina manantial o fuente termal; si el flujo es constante pero involucra una mezcla de vapor y otros gases, recibe el nombre de fumarola y cuando, además, emana una cantidad considerable de ácido sulfhídrico y precipita azufre en la periferia, se denomina una solfatara.
Los géiseres son también manantiales calientes que presentan actividad intermitente o periódica, debido a un proceso especial de sobrecalentamiento, desfogue y recarga que da lugar a la expulsión violenta de una columna de agua y vapor.
Un tipo especial de manantial hidrotermal es el que acontece en ciertas zonas de los fondos oceánicos a profundidades considerables; son las llamadas fumarolas o ventilas submarinas.
Un fenómeno geotérmico muy especial es el conocido como diapirismo de lodo —del griego diapeirein, atravesar, perforar—, que es un proceso de ascensión de lodos acuosos originados en rocas sedimentarias, que fluyen a través de rocas subyacentes más densas y recientes. Sometidos a presión, los lodos ligeros penetran en las fracturas de las rocas superiores y las atraviesan, para luego aflorar lateralmente a la superficie y formar un “volcán” de lodo.
La zona costera del Caribe colombiano es una de las regiones del mundo donde el diapirismo de lodo se manifiesta profusamente. El volcán de lodo El Totumo, cerca de Galerazamba, el de Turbaco, cerca de Cartagena, ambos en el departamento de Bolívar, y el de Arboletes, en la costa del departamento de Antioquia, son los más conocidos y representan un gran atractivo turístico.
Muchos de los fenómenos geotérmicos constituyen ambientes extremos debido a las altas temperaturas, a la elevada concentración de minerales, a la acidez del agua y a la presencia de gases tóxicos.
No obstante, en estos ambientes se han desarrollado organismos que no sólo son capaces de soportar temperaturas muy elevadas, sino que en ocasiones constituyen la base de la cadena alimentaria de verdaderos ecosistemas.
Fuente: Ecolibro Ambientes Extremos de Colombia
https://www.imeditores.com/banocc/extremos/