Colombia alberga el 50 % de los páramos del mundo, distribuidos
a lo largo de las cordilleras Occidental, Central, Oriental, la Sierra Nevada de Santa Marta y el Nudo de los Pastos.
Son ecosistemas de gran importancia, especialmente porque son grandes acumuladores y reguladores de agua y por su
función como sumideros de carbono.
Así mismo, son fuente de agua para más del 70 % de la población colombiana. En los páramos del Macizo Colombiano nacen los ríos Magdalena, Cauca, Patía, Caquetá y varios de sus afluentes.
Por otro parte, estos ecosistemas, propios de la zona de alta montaña tropical, sirven de hábitat para una gran variedad de fauna y flora: 3.379 especies de plantas, 70 especies de mamíferos y 154 especies de aves.
Sin embargo, los páramos son frágiles frente a las amenazas del calentamiento global y el cambio climático que aumentan el riesgo de degradación y desaparición.
Durante la temporada de lluvias son capaces de retener entre el 80 % y el 90 % del agua, la cual se libera durante la época seca dando origen a numerosas lagunas, quebradas y ríos.
Pero, las temperaturas cada vez más altas podrían secar el suelo y la vegetación y por lo tanto reducir su capacidad de captar y liberar los excedentes de agua.
A estas amenazas se suman otras generadas por actividades humanas como los incendios indiscriminados, las malas prácticas en la agricultura, la ganadería extensiva, la explotación minera y la deforestación de bosques, que afectan negativamente su riqueza, biodiversidad y su capacidad de almacenamiento de agua.
Especies nativas de los páramos como los frailejones, las suculentas y los cardos, que son captadoras y reguladoras del agua, son afectadas negativamente por el cambio climático.
De acuerdo con el Instituto Humboldt, de las 3.000 especies registradas para el páramo, el 60 % se encuentran bajo alguna categoría de amenaza, mientras que 13 de las especies registradas están en peligro crítico de extinción, 59 en peligro y 22 en estado de vulnerabilidad.
También son el hábitat del oso de anteojos, el cóndor de los Andes, el venado cola blanca y el tapir que están a punto de desaparecer.
Ante esta crítica situación, es necesario tomar las medidas necesarias para proteger los páramos y conservar su biodiversidad porque sin ellos no tendremos agua.
Fuente: https://www.imeditores.com/banocc/paramos/presentacion.htm
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