60 % del hábitat del puma está en zonas para proteger el agua

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Cada 30 de agosto se conmemora el Día Internacional del Puma, una oportunidad para reconocer el valor de este gran felino, no solo como símbolo de la biodiversidad, sino también como guardián silencioso de recursos esenciales para la vida humana, como el agua.

Pocos lo saben, pero el 60 % del hábitat del puma coincide con ecosistemas estratégicos para la protección de fuentes hídricas: páramos, bosques andinos y humedales. Esto significa que la conservación del puma está estrechamente ligada con la protección del agua que consumen millones de personas.

El puma: clave para ecosistemas saludables 

El puma es considerado una especie sombrilla, lo que significa que su conservación implica la protección de extensas áreas naturales y de muchas otras especies que dependen de ellas. Al habitar en territorios amplios y diversos, el puma contribuye al equilibrio ecológico, desde el control de poblaciones de herbívoros hasta la salud de los suelos y las fuentes de agua.

Los ecosistemas donde habita cumplen un rol esencial en el ciclo del agua:

  • Páramos: regulan el almacenamiento y liberación de agua para abastecer ríos y acuíferos.
  • Bosques andinos: filtran el agua de lluvia y previenen la erosión, manteniendo los cauces limpios.
  • Humedales: funcionan como esponjas naturales que almacenan agua y la liberan de manera gradual.

Así, proteger el hábitat del puma significa proteger los ecosistemas que garantizan acceso a agua limpia para millones de personas.

Biodiversidad y seguridad hídrica: una relación inseparable

En Colombia, que alberga más del 50 % de los páramos del mundo, la protección de ecosistemas y especies como el puma es especialmente relevante. La degradación de su hábitat, provocada por la expansión urbana, la deforestación, la minería ilegal o la agricultura no sostenible, impacta directamente en: 

  • La disponibilidad de agua para consumo humano.
  • La agricultura y la producción de alimentos.
  • La regulación climática y la captura de carbono.

Sin ecosistemas sanos, aumentan los riesgos de sequías, inundaciones y pérdida de suelos fértiles. Cuando un ecosistema pierde su equilibrio, la cadena de consecuencias afecta a todos los seres vivos.

La conservación del puma es un símbolo de protección integral de la naturaleza y de nuestro futuro. Al conservar el hábitat del puma, se protege de manera simultánea un conjunto de servicios ecosistémicos esenciales, que incluyen desde la provisión de agua potable hasta la regulación climática.

¿Por qué el hábitat del puma es tan relevante para el agua?

El puma necesita territorios amplios y bien conservados para sobrevivir. Estos territorios suelen estar ubicados en áreas de difícil acceso para el ser humano, como las zonas altas de las montañas o bosques densos, que coinciden precisamente con:

  • Los nacimientos de los ríos.
  • Áreas de recarga de acuíferos.
  • Zonas de regulación de lluvias y prevención de desastres naturales.

Cuando estos ecosistemas se deforestan o degradan por actividades humanas, no solo se pone en riesgo la supervivencia del puma, sino también el equilibrio hídrico de grandes regiones.

Día Internacional del Puma: un llamado a la acción

El Día Internacional del Puma nos recuerda que conservar a este felino es proteger mucho más que una especie. Es asegurar el equilibrio de los ecosistemas de montaña, bosque y humedal, y por ende, el agua que sostiene nuestras ciudades, comunidades y cultivos.

Las principales amenazas que enfrenta el puma incluyen:

  • Fragmentación y pérdida de hábitat.
  • Caza ilegal y conflictos con humanos.
  • Reducción de ecosistemas esenciales para el agua.

¿Qué podemos hacer para proteger el hogar del puma y el agua?

Desde acciones individuales hasta iniciativas colectivas, todos podemos contribuir. 

  • Informarse y compartir: conocer la relación entre puma, agua y ecosistemas es el primer paso para protegerlos.
  • Preferir productos de origen sostenible y apoyar economías locales que respeten los ecosistemas.
  • Apoyar iniciativas de conservación: participar en programas de protección de áreas naturales y restauración de bosques, páramos y humedales.
  • Reducir el desperdicio de agua en el hogar: reparar fugas, reutilizar agua y optimizar su uso en las actividades diarias.

Los proyectos de conservación en Colombia y otros países han demostrado que es posible coexistir de forma armónica con grandes felinos si se protegen los ecosistemas estratégicos y se promueven prácticas sostenibles. Esto incluye:

  • Restauración de bosques degradados.
  • Fortalecimiento de áreas protegidas.
  • Monitoreo de poblaciones silvestres.
  • Educación ambiental.

Así no solo aseguramos el futuro del puma, sino también el acceso a servicios ecosistémicos fundamentales: agua limpia, aire puro, suelos fértiles, control de plagas y mitigación del cambio climático.

Te invitamos a proteger páramos, bosques y humedales.

Tu hacer impacta. Cada acción suma en la protección de los ecosistemas que nos abastecen de agua y vida.

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Este premio es un justo homenaje a todos aquellos que, defendiendo y protegiendo el Medio Ambiente, luchan por un futuro mejor para nuestra Nación.

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