



“A medida que invadimos la naturaleza y saqueamos hábitats vitales, el número de especies en peligro es cada vez mayor. Eso afecta también a la humanidad, y al futuro que queremos”. Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.
La diversidad biológica sostiene el funcionamiento de los ecosistemas y proporciona los servicios ecosistémicos esenciales para el bienestar humano: la seguridad alimentaria, la salud humana, el suministro de aire y agua limpia, el suelo fértil, y el desarrollo económico, entre otros.
A pesar de su importancia, la biodiversidad está disminuyendo a una velocidad alarmante y el hombre ha acelerado y modificado el proceso de extinción.
Actualmente más de un millón de especies animales y vegetales están amenazadas y en riesgo de desaparecer.
Los cambios ambientales afectan la biodiversidad y generan las condiciones favorables para el desarrollo de vectores y/o patógenos causantes de enfermedades epidémicas que no solo afectan la salud humana sino la estabilidad económica y social del mundo.
La conservación de la diversidad biológica es una cuestión de interés común para la humanidad.
Hoy que nos enfrentamos a una grave crisis climática y de biodiversidad, es fundamental que tomemos conciencia sobre la importancia que tiene la naturaleza para nuestra salud y la del planeta.
Es prioridad que todos los gobiernos, organizaciones, empresas, comunidades y personas de todos los países del mundo adoptemos medidas efectivas para detener la pérdida de biodiversidad, lograr la sostenibilidad en la producción y el consumo, y usar los recursos naturales dentro de límites ecológicos seguros.
Nuestra existencia depende de nuestra capacidad para proteger la naturaleza.
Si queremos tener un planeta sano y sostenible necesitamos vivir en armonía con la naturaleza, valorar, conservar, restaurar y usar racionalmente los recursos naturales.
Fuente: ONU.ORG